Búsqueda de sensaciones extremas

Dependencia física o psicológica de cualquier sustancia, hábito o actividad que se vuelve recurrente y compulsiva, e interfiere con la vida normal de una persona.

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    Los rasgos de personalidad pueden desempeñar un papel muy relevante en las adicciones.

    << -Necesidad de excitación: «Coraje para rechazar la rutina, la monotonía, lo aburrido. Vivir al límite, hacer cosas arriesgadas y excitantes, vivir plenamente, estar vivo antes que estar hastiado, que es estar casi muerto.>> (Hare, 2003, p. 97)

    Una de las dimensiones de personalidad que más se ha relacionado con la susceptibilidad a la adicción, ha sido la búsqueda de sensaciones y/o novedades (novelty-seeking). Comúnmente también se la denomina adicción a la adrenalina o, más conocida en el ámbito medico, epinefrina. Si esta hormona se secreta en exceso, puede producir serios efectos secundarios. Entre ellos, el comportamiento adictivo (la producción de epinefrina estimula la liberación de dopamina, un neurotransmisor que induce una sensación de bienestar generalizado y que forma parte del sistema de recompensa cerebral).

    La búsqueda de sensaciones y excitación, puede convertirse en adicción a medida que las exigencias a satisfacer son más altas para conseguir satisfacción bajo el pretexto de eliminar el estrés acumulado, y, como una droga, se necesita de dosis más fuertes para poder complacerse.

    Como cualquier rasgo de personalidad, también la búsqueda de sensaciones se debe a una interacción compleja entre los genes (factores biológicos), y el entorno (factores ambientales, familiares, escolares e individuales: psicológicos y cognitivos).

    Definición

    El concepto de búsqueda de sensaciones fue desarrollado principalmente por Marvin Zuckerman (Zuckerman, 1979, 1984a, 1990; Zuckerman, Eysenck y Eysenck, 1978). La búsqueda de sensaciones es un rasgo de personalidad que Zuckerman considera como una necesidad de experimentar variadas y complejas sensaciones y el deseo de correr riesgos físicos y sociales, por el simple deseo de disfrutar de tales experiencias.

     Si bien existe cierta heredabilidad del rasgo e influencia biológica, como en todos los rasgos de personalidad, también existe un factor de socialización importante, que modula tanto los comportamientos por los que se decanta la persona, como su nivel de impulsividad.

    La diferencia entre vivir intensamente y ser adicto a la adrenalina se encuentra en que los buscadores de sensaciones no evalúan las consecuencias o efectos que pueden producir sus actos, porque lo fundamental para ellos es conseguir mayor satisfacción, tanto a nivel biológico (descarga de dopamina), como psicológico (eliminar malestar emocional).

    Características

    Los buscadores de sensaciones y experiencias asumen varios tipos de riesgos: asumen tanto riesgos físicos en deportes peligrosos y trabajos, como riesgo físico y legal cuando conducen demasiado rápido, temerariamente o bajo el efecto de drogas. Se ofrecen voluntarios para experimentos físicos etiquetados de arriesgados o para unidades de combate en el ejército. Asumen riesgos físicos y sociales utilizando drogas ilegales, tienden a apostar cantidades superiores en juegos de azar, muestran tendencia asumir inversiones financieras arriesgadas, a tomar parte en actividades sexuales variadas con diferentes compañeros sexuales, etc.

    Estas personas necesitan el cambio y suelen evitar la rutina buscando actividades y experiencias nuevas, impredecibles, diferentes, complejas e intensas, dispuestos asumir los riesgos físicos, sociales, legales o financieros a fin de lograr esas experiencias. Todo lo anterior parece suministrar formas de activación, e intensos efectos de recompensa que son el resultado de una motivación que juega un papel fundamental en su conducta: la de conseguir una satisfacción, un placer o un alivio inmediato. La parte negativa de esta búsqueda de excitación es la incapacidad o la dificultad que conlleva para tolerar la monotonía o la rutina.

    Este rasgo de personalidad bien orientado puede ser muy positivo, pero si estos sentimientos no tienen vía de escape pueden fácilmente encaminar a la persona a una adicción, a un comportamiento delictivo, a correr riesgos innecesarios, o a conductas que deterioren su vida y su salud. En este sentido, los buscadores de sensaciones no suelen reconocer su problema y generalmente a nivel social se los suele identificar como personas valientes, lo que suele no sólo mantener, sino aumentar el problema.

    Los expertos coinciden en que si lo que se pretende poniendo en riesgo la vida es confrontar la frustración, el hastío, o la necesidad de “sentirse vivo”, lo más conveniente es acudir a un especialista a fin de realizar un tratamiento psicológico.

    Tipos de esta adicción

    • Comportamientos prohibidos, ilegales o ilícitos, como robar en el supermercado, irse sin pagar de restaurantes y cafeterías, molestar o perjudicar a otros viandantes, hacer graffitis, etc.
    • Experimentando riesgo, por ejemplo, dejando para el último momento la entrega de un trabajo, dilatando una importante revisión médica, conduciendo rápida y temerariamente, realizando inversiones financieras arriesgadas, consumiendo drogas, conductas violentas y agresivas buscando confrontación, apostando grandes cantidades en juegos de azar, la promiscuidad sexual, conductas sexuales arriesgadas, etc.
    • Comportamientos peligrosos que ponen en riesgo la vida, como por ejemplo, realizar a menudo modalidades de deporte extremo como salto B.A.S.E., ‘wingsuit’ (traje con alas), puenting (salto al vacío), escalada libre en solo integral, conducir en sentido contrario por una autovía, saltar al otro lado de las vías del tren segundos antes de que éste pase, etc.

    La realización de forma asidua de este tipo de comportamientos puede estar enmascarando una adicción.

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