TRASTORNO ERÉCTIL

¿Disfrutas de tu sexualidad?, ¿y de tus relaciones sexuales?

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    Es la persistente dificultad o la incapacidad para lograr o mantener la erección, o bien, la ausencia de la sensación subjetiva de placer o excitación sexual durante la actividad sexual. Este trastorno es habitualmente denominado como impotencia.

    Existen diferentes patrones, entre ellos la consecución de erecciones normales que no se mantienen, la no consecución de la erección desde el principio, la consecución sólo en determinadas ocasiones, etc.

    La erección es una respuesta neuromuscular. Al cerebro llegan estímulos pro-eréctiles (fase de excitación) y estímulos inhibitorios (ansiedad por el rendimiento). El cerebro procesa toda la información y trasmite las órdenes al pene a través de la médula espinal y los nervios erectores.

    Un 80-90% de los trastornos eréctiles se deben a problemas psicológicos, en especial los problemas de impotencia secundaria (que no ocurren desde siempre) y los problemas de impotencia situacional (la disfunción se produce dependiendo de la situación).

    Causas psicológicas más frecuentes:

    • Ansiedad y preocupación obsesiva por lograr una erección adecuada y un adecuado funcionamiento sexual.
    • Inadecuada educación sexual, relacionada con sentimientos de culpa
    • Problemas de pareja
    • Depresión
    • Estrés

    Causas orgánicas (origen físico):

    • Deficiencias hormonales (Hipogonadismo, disfunción tiroidea, exceso de estrógenos, etc.)
    • Factores vasculares y problemas de circulación (Hipertensión arterial, diabetes, fracturas pélvicas, etc.)
    • Causas neurológicas (Traumatismos, apnea del sueño, enfermedades degenerativas, etc.)
    • Lesiones en los propios órganos sexuales
    • Problemas de uretra o próstata
    • Efectos de medicamentos y sustancias
    • Consumo excesivo de alcohol o tabaco
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