La Neuropsicología es una especialidad de la Psicología que comparte bases con la Neurología.

Sus objetivos principales son de tres tipos: el diagnóstico, el terapéutico y el cognoscitivo.

Los objetivos de la valoración neuropsicológica pueden ir encaminados hacia la detección y tratamiento de lesiones cerebrales, el inicio de procesos degenerativos, el daño o la disfunción cerebral en población infantil, la realización de diagnósticos diferenciales, la realización de peritajes neuropsicológicos en el ámbito judicial o la reintegración al ámbito laboral tras una lesión cerebral.

QUÉ ES

La Neuropsicología estudia la relación entre las funciones y estructuras cerebrales, y su manifestación en el comportamiento de las personas.

Se dedica al estudio, evaluación y tratamiento de las alteraciones cognoscitivas y emocionales, así como de los desórdenes de personalidad provocados por lesiones en el cerebro. Es natural que el sufrimiento cerebral por lesión se exprese a través de trastornos del comportamiento.

Las funciones cognitivas (cognición), que estudia la Neuropsicología, son los procesos mentales que nos permiten llevar a cabo cualquier tarea. Las funciones cognitivas varían de forma natural entre las diferentes personas, ya que no todos procesamos la información de la misma manera. Algunas personas pueden tener más desarrolladas algunas habilidades que otras por el simple hecho de entrenarlas a diario a través de su oficio, ocupación, estudios e intereses personales. Sin embargo se consideran diferencias individuales totalmente normales y esperables entre las personas.

Por otra parte, es cierto que hay factores que intervienen de manera negativa en nuestro cerebro y pueden afectar la actividad cognitiva, entre ellos se encuentra el estrés, la fatiga, la depresión, ansiedad, el consumo elevado de alcohol – drogas, una nutrición insuficiente, algunas enfermedades metabólicas, algunos fármacos, trastornos en el sueño, entre otras.

Pueden generar alteraciones o déficits en las funciones cognitivas las enfermedades neurológicas (como el Accidente Cerebro Vascular (Ictus) o la Esclerosis Múltiple), las enfermedades neurodegenerativas (como la Enfermedad de Alzheimer, Demencia Fronto-temporal o el Párkinson), y los Trastornos de la salud mental (como la Depresión, el Trastorno Obsesivo-Compulsivo, la Ansiedad o el Estrés).

1/ Alteraciones Cognoscitivas

  • Problemas de memoria
  • Problemas de atención y concentración
  • Problemas para el cálculo o la escritura
  • Dificultad para la resolución de problemas o la toma de decisiones
  • Problemas de expresión verbal, falta de conciencia del déficit
  • Alteración del sueño, etc.

Los problemas cognitivos ocurren cuando una persona tiene dificultades para procesar la información. Esto incluye tareas mentales relacionadas con la memoria, el lenguaje, la atención, la conducta, el aprendizaje o la orientación. Estas alteraciones provocan cambios en la actividad y las relaciones sociales de la persona.

2/ Alteraciones Emocionales

  • Depresión
  • Agresividad
  • Apatía
  • Ansiedad
  • Labilidad emocional
  • Irritabilidad
  • Accesos de Ira
  • Trastornos Bipolares
  • Paranoia
  • Impulsividad

3/ Alteraciones Funcionales o del Comportamiento

  • Dificultad para la realización de tareas de la vida diaria.
  • Egocentrismo y falta de autoconciencia.
  • Falta de control o desinhibición.
  • Dificultades de planificación y pasividad.
  • Aumento del grado de dependencia.
  • Falta de implicación en las actividades.
  • Mayor fatigabilidad.
  • Cansancio.
  • Lentitud al procesar la información.
  • Olvidos recurrentes.
  • Comportamientos sociales inadecuados.
  • Cambio de la personalidad previa.
  • Agresiones.
  • Déficit en el autocuidado o la movilidad.

QUIÉN PUEDE BENEFICIARSE DE LA NEUROPSICOLOGÍA

Personas que hayan sufrido una lesión cerebral como un TCE (Trastorno Craneoencefálico), un ACV (Accidente Cerebrovascular), sean adultos o menores.

Menores con problemas de aprendizaje, retrasos escolares o trastornos del desarrollo.

Personas que presenten una enfermedad neurodegenerativa (como la Enfermedad de Alzheimer), o tengan antecedentes familiares de la misma.

Cualquier persona que quiera estimular sus funciones cognitivas para mantener su capacidad cognitiva en óptimo estado.

Personas que ante la pérdida de facultades cognitivas con el avance de la edad y deterioro cognitivo leve.

FUNCIONES DEL NEUROPSICÓLOGO

 Evaluación mediante la exploración neuropsicológica

 Aproximación y diagnóstico clínicos

 Rehabilitación cognitiva y conductual

 Asesoramiento a familiares sobre cómo tratar a la persona afectada y cómo colaborar en el proceso de rehabilitación.

NUESTROS SERVICIOS

Accidentes de tráfico. Accidentes laborales. Caídas/Agresiones físicas: informes periciales y de secuelas

Aplicamos los conocimientos neuropsicológicos al ámbito legal para valorar la existencia, o no, de alteraciones cognitivas tras un determinado hecho y establecer la relación entre la disfunción, si la hubiera, y la causa que se juzga. Más información

Daño Cerebral Adquirido: TCE (Traumatismo Craneoencefálico). ICTUS (también llamados accidentes cerebro vasculares (ACV's) o Infarto cerebral, o derrame cerebral)

El daño cerebral adquirido es una lesión cerebral repentina que provoca la disminución, pérdida o alteración de funciones cerebrales limitando la autonomía personal. La principal causa de daño cerebral es el ictus, seguida de los traumatismos craneoencefálicos y enfermedades como las anoxias/hipoxias (falta o disminución del oxígeno en las células, órganos o sangre), los tumores cerebrales o las infecciones.

Según la Federación Española de Daño Cerebral, las secuelas del daño cerebral pueden clasificarse en siete grandes áreas: nivel de alerta, control motor, recepción de información, comunicación, cognición, emociones y actividades de la vida diaria.

1/ ICTUS (Accidentes CerebroVasculares-ACV’s)

Los ictus, también llamados accidentes cerebrovasculares (ACVs), infarto cerebral, derrame cerebral o apoplejía, se producen por la interrupción repentina del flujo sanguíneo en una zona del cerebro.

2/ TCE (Traumatismo CraneoEncefálico)

Cuando el origen de la lesión cerebral es un impacto, ya sea directa o indirectamente, por parte de una fuerza externa, hablamos de traumatismo craneoencefálico (TCE). Muchos de los traumatismos craneoencefálicos que causan daño cerebral se producen por un accidente de tráfico, incluyendo desde colisiones entre conductores hasta atropellos. Otras situaciones que pueden provocar un TCE son los accidentes laborales, las caídas (principalmente en niños y ancianos), o las agresiones físicas.

Cuando se produce una lesión cerebral en el contexto de un evento traumático (accidente, explosión, etc.), puede aparecer sintomatología propia del Trastorno de Estrés Postraumático, y los síntomas neurocognitivos relacionados con la lesión cerebral pueden aparecer al mismo tiempo.

Evaluación del deterioro cognitivo

DETERIORO DE LA MEMORIA ASOCIADO A LA EDAD (DEMAE)

A medida que envejecemos el sistema nervioso va sufriendo distintos cambios que hacen que algunas de nuestra funciones superiores vayan teniendo un rendimiento menor, principalmente las relacionadas con la memoria, la velocidad de procesamiento de la información, los leves problemas de abstracción, de respuesta motora y en ocasiones, leves problemas de acceso al léxico y cierta disminución de fluidez verbal.

Las personas sanas a partir de los 60 años que comienzan a envejecer, son conscientes de estas leves pérdidas y van integrándolas en su día a día, sin llegar a interferir en sus actividades cotidianas ni laborales, pues van sucediendo poco a poco y evolucionando lentamente con los años.

 

DETERIORO COGNITIVO LEVE O LIGERO (DCL)

Es la disminución mantenida de las funciones cognitivas que no es suficientemente severa como para ser considerada una demencia. Puede presentarse a cualquier edad, pero suele ser más frecuente a medida que se envejece.

Es un proceso, -un estado intermedio-, que con frecuencia evoluciona hacia la enfermedad de Alzheimer, ya que los cambios degenerativos iniciales en demencias comienzan años antes que los síntomas.

El deterioro cognitivo leve también se presenta en otras enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis Múltiple, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Huntington, así como en otras enfermedades del Sistema Nervioso, como la Epilepsia. Puede aparecer así mismo, tras un accidente cerebrovascular, un ictus, infecciones o sustancias/medicamentos, entre otros.

 En el deterioro cognitivo leve se suelen presentar una serie de cambios cognitivos que no se justifican con la edad y que indican una alteración en una o más funciones cognitivas superiores. Así mismo, la persona es consciente de la disminución de ciertas funciones cognitivas (principalmente la memoria), y suele preocuparse. También son conscientes sus familiares y amigos cercanos. No obstante, estos cambios no interfieren significativamente en la vida diaria, ya que son personas funcionalmente autónomas para las actividades de la vida diaria (AVD).  Otra de las características del deterioro cognitivo leve es, que  su aparición y evolución son variables:  algunas personas nunca empeoran y algunas mejoran con el tiempo. En otras personas debuta de forma más intensa  de lo que cabría pensar por la edad o nivel educativo. O tiene una evolución  más rápida de lo esperable.

Dada la importancia que tiene la detección temprana de síntomas que indiquen un posible deterioro cognitivo, es importante conocer los criterios de diagnóstico, que incluyen:

  1. Historia Clínica
  2. Evaluación psicológica, para detectar la posible presencia de otros trastornos desencadenantes, como la Depresión.
  3. Evaluación neuropsicológica, en la que se discrimina mediante varios marcadores cognitivos si existe deterioro cognitivo o se trata de envejecimiento normal.
  4. Valoración funcional

Si se sospecha de posible evolución a enfermedad de Alzheimer:

  1. Marcadores bioquímicos: disminución Aβ42 y elevación de la proteína t-Tau.
  2. Marcadores de neuroimagen utilizando RMN estructural y técnicas de neuroimagen funcional.
  3. Factores genéticos: alelo ε4 del gen de la apolipoproteína E (APOE). Su capacidad para predecir el pronóstico de Deterioro Cognitivo Leve es leve, por lo que suele combinarse junto con los resultados de marcadores de neuroimagen.

Según lo anterior por tanto, en la práctica clínica diaria dependiendo de los resultados de la evaluación neuropsicológica, puede que se recomiende realizar más estudios, incluyendo análisis de sangre o imágenes cerebrales.

En resumen, se recomienda la valoración neuropsicológica para detectar  un posible deterioro cognitivo leve, así como, para seguir la evolución del deterioro cognitivo una vez identificado.

 

DETERIORO COGNITIVO MODERADO Y GRAVE (DCL)

Cuando hablamos de deterioro cognitivo moderado o grave, estamos ante la presencia de un trastorno neurocognitivo.

El trastorno neurocognitivo más conocido popularmente es la demencia.

Según la CIE-11, se caracteriza por una disminución con respecto a un nivel previo de funcionamiento cognitivo con deterioro en dos o varios dominios cognitivos (como la memoria, las funciones ejecutivas, la atención, el lenguaje, la cognición social y el juicio, la velocidad psicomotora, las capacidades visuoperceptuales o visuoespaciales). El deterioro cognitivo no es totalmente atribuible al envejecimiento normal e interfiere significativamente con la independencia en el desempeño de la persona de las actividades de la vida diaria. Según la evidencia disponible, el deterioro cognitivo se atribuye o se supone que es atribuible a:

  1. una afección médica o neurológica que afecta el cerebro,
  2. un trauma,
  3. una deficiencia nutricional,
  4. el consumo crónico de medicamentos o sustancias específicas,
  5. o la exposición a metales pesados u otras toxinas.

Una persona con demencia leve puede sufrir un deterioro cognitivo moderado, lo que la incapacita para realizar una vida enteramente normal y necesita ser supervisada en algunas actividades. Así mismo, la persona no es consciente de sus limitaciones o las minusvalora. A medida que la enfermedad progresa, el deterioro comienza a generalizarse, afectando a todos los aspectos de la persona.

A nivel físico, se inicia un proceso de declive progresivo en el que se va perdiendo la capacidad de deambulación, la masa muscular y aumentan la frecuencia de las enfermedades concomitantes, constituyendo en sí mismas, en último término, la causa de fallecimiento.

 

RECOMENDACIONES

Si detecta que su memoria, o la de alguna persona cercana, empeora progresivamente, produciéndose repetidamente el mismo tipo de olvidos u olvidando cosas que siempre se solían recordar, o cualquier otra señal de alerta, (cambio en el comportamiento habitual, desorientarse en lugares conocidos, tener problemas para planificar actividades cotidianas, mostrar dificultades para seguir una conversación, mostrarse más descuidada, mostrar nerviosismo en ambientes poco familiares o situaciones nuevas, etc.), es importante consultar con un profesional especializado, como el neuropsicólogo.

La evaluación que recomendamos ha de realizar las pruebas necesarias para distinguir si se trata del inicio de una demencia, si las dificultades pueden asociarse a otros trastornos o si, sencillamente, son propias del envejecimiento. Esta valoración permitirá definir el tratamiento o las recomendaciones más pertinentes  en cada caso.

Neuropsicología Infantil

¿QUÉ ES?

La neuropsicología infantil –también denominada neuropsicología del desarrollo–­­ es una neurociencia conductual que estudia las relaciones entre la conducta y el cerebro en desarrollo, con el objetivo de aplicar los conocimientos científicos de dichas relaciones, para evaluar y compensar las consecuencias derivadas de lesiones cerebrales producidas en el trascurso de la infancia (Portellano, 2008).

 

OBJETIVOS DE LA NEUROPSICOLOGÍA INFANTIL:

La neuropsicología del desarrollo centrada en la práctica clínica, tiene como objetivos:

1. La evaluación neuropsicológica

Con la utilización de diversas técnicas clínicas, psicométricas o neurológicas, que nos darán a conocer las peculiaridades del procesamiento cognitivo en niños normales y en los presentan algún trastorno, lesión o disfunción en el sistema nervioso, con el fin de identificar las posibles necesidades de tratamiento.

2. La Rehabilitación cognitiva

Dicha intervención neuropsicológica, permite estimular al máximo las funciones cognitivas que no han sido adquiridas por el niño, o recuperarlas en el caso de que hayan sido parcial o completamente abolidas tras una lesión cerebral.

Este proceso se basa en dos premisas: en la individualización de los programas de rehabilitación según cada niño y en la precocidad de la intervención, para facilitar el mayor grado de recuperación posible.

3. La Prevención del daño cerebral

La prevención del daño cerebral y sus posibles consecuencias mórbidas sobre la conducta emocional y los procesos cognitivos, son principios fundamentales en los casos en los que se ha producido un daño cerebral sobrevenido, y, por lo tanto, la intervención neuropsicológica debe ser precoz.

A su vez, el tratamiento paliativo del daño cerebral puede ejercer efectos beneficiosos sobre el estado general del sujeto, debido a la estimulación intensiva varios años después de haberse producción la lesión, evitando, en muchas ocasiones, un mayor deterioro cognitivo a largo plazo.

 

ÁREAS DE ACTUACIÓN

La neuropsicología infantil abarca un ámbito de actuación muy amplio, debido a la relación conducta-cerebro infantil en numerosas patologías. No obstante, mencionaremos las principales patologías objeto de atención neuropsicológica más frecuentes:

  1. Dificultades de aprendizaje
  2. Trastornos del lenguaje
  3. Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
  4. Traumatismos craneoencefálicos
  5. Epilepsia
  6. Trastornos psicomotores
  7. Endocrinopatías
  8. Cromosomopatías
  9. Niños pretérmino (prematuros) o con bajo peso al nacer
  10. Trastornos generalizados del desarrollo
  11. Otras poblaciones de riesgo: niños víctimas de maltrato o abusos, etc.
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