Trastorno de la personalidad esquizoide

Prefieren la soledad, no sienten deseo de experiencias sexuales, presentan ausencia de sentimientos cálidos y tiernos, y son indiferentes a la aprobación o a las críticas.

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    Indiferencia a las relaciones sociales, aislamiento, frialdad y nula expresividad emocional.

    Es un trastorno poco frecuente en el entorno clínico.

    Las personas con trastorno esquizoide de la personalidad no muestran ningún deseo de relaciones estrechas con otras personas, incluso familiares. No invitan a la interacción personal por su frialdad y su nula expresividad emocional, y suelen dar la impresión de vivir ensimismadas y ausentes. La actividad sexual con otros les genera escaso o ningún interés. También parecen experimentar menor disfrute de las experiencias sensoriales y corporales (p. ej.: pasear por una playa tomando el sol o hacer el amor).

    Suelen estar socialmente aislados o ser «solitarios» y escogen actividades o aficiones que no requieren interactuar con otras personas. Prefieren tareas mecánicas o abstractas como los juegos de ordenador o matemáticos. Debido a su incapacidad para las relaciones sociales, parecen indiferentes a la aprobación o la crítica de los demás, y no muestran preocupación alguna por lo que los demás puedan pensar de ellos. A menudo no responden adecuadamente a las normas sociales, por lo que pueden parecer ineptos, superficiales o enfrascados en sí mismos.

    Suelen presentar quejas de vaciedad, vivencias autorreferenciales, fobias múltiples, mecanismos psicológicos de evitación y alta disconformidad con la imagen, lo que las hace vulnerable a los estados distímicos, a las reacciones desadaptativas, al consumo de tóxicos e incluso a episodios delirantes de corta duración. A menudo también presentan otros trastornos de la personalidad, más comúnmente esquizotípicos, paranoides, limítrofes, o por evitación.

    Rara vez muestran emociones en situaciones sociales (por ejemplo, sonriendo o asintiendo), y es difícil que experimenten emociones intensas como la ira o la alegría, siendo normalmente fríos y distante.

    Los síntomas del trastorno esquizoide de la personalidad se presentan desde la adolescencia o adultez joven, y  tienden a permanecer estables en el tiempo, más que los de otros trastornos de la personalidad.

    Las personas que se sienten cómodas con su soledad o se las puede calificar de «solitarias», pueden mostrar rasgos o características que se podrían considerar esquizoides. Sin embargo, sólo constituyen un trastorno esquizoide de la personalidad cuando estos rasgos son inflexibles y desadaptativos, y provocan un deterioro funcional o un malestar subjetivo significativo

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