ESTRÉS

Estrés, tenemos que hablar. Lo nuestro no puede seguir así. Yo ya no puedo más.

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    El Estrés puede ser tanto positivo como negativo. Puede ser una motivación energizante para las actividades en las que tenemos un alto grado de autocontrol y autonomía (eustress: del prefijo griego eu- que significa «bueno» y stress que significa «énfasis, presión». Stress proviene del latín strictus, -del verbo stringere que significa provocar «tensión» -), como por ejemplo el grado de activación para levantarte por la mañana y ponerte en acción, o tener que echar a correr porque se te escapa el autobús, o estar realizando una tarea que te resulta estimulante y desafiante al mismo tiempo. El eustress es desencadenado por estresores de nivel bajo o medio, que son predecibles y podemos controlar, por lo que el eustress nos facilita la ejecución de cualquier tarea. Pero si se sobrepasa un determinado nivel óptimo, el estrés se convierte en negativo y se comienza a desarrollar la patología (distress). El estrés por tanto, es un proceso en origen adaptativo y sólo bajo determinadas condiciones sus consecuencias se tornan negativas.

    Podríamos decir de forma resumida que el estrés negativo (distress), es un mecanismo de emergencia que activa nuestro organismo ante demandas del entorno que nos desbordan, son impredecibles y no podemos controlar.

    Estos acontecimientos implican cambios o novedad en la rutina de nuestra vida cotidiana, generando nuevas necesidades ante las cuales tenemos que valorar como responder ya que generan incertidumbre y ambigüedad y no tenemos la capacidad para controlarlos o afrontarlos de modo eficiente.

    QUÉ ES

    El estrés es un proceso psicológico. Se inicia cuando existen demandas en el entorno,  que provocan una exigencia frente a la cual no se es capaz de dar una respuesta adecuada. Es decir, cuando existen demandas para las que no se tienen recursos suficientes. El organismo entonces, activa un mecanismo de emergencia para poder responder a la demanda del entorno de forma adecuada. Sin embargo, a pesar del esfuerzo, los estresores siguen desbordando los recursos de la persona, amenazando y poniendo en peligro su bienestar. A medida que pasa el tiempo, las rutinas de la vida cotidiana se modifican y se generan nuevas necesidades para poder hacer frente a el estresor, lo que da lugar en la persona a una sobrecarga por exigencias de energías, recursos personales y fuerza emocional.

    El Estrés y la Ansiedad presentan muchos puntos comunes, y ambos están interrelacionados. Sin embargo, son diferentes trastornos.

    En el caso del Estrés, los primeros efectos que suelen aparecer son de tipo psicofisiológico, mientras que, en la Ansiedad, los primeros en aparecer son cognitivos y los últimos psicofisiológicos. A mayor nivel de Estrés, más activación psicofisiológica. Una respuesta de estrés implica la activación inmediata del Sistema Nervioso Simpático y del Sistema Nervioso Somático. Si esta activación es excesiva, puede producir multitud de disfunciones neuromusculares, así como una excitación límbica incrementada, y por lo tanto, una activación emocional excesiva.

    El Estrés puede ser tanto positivo como negativo. Puede ser una motivación energizante para las actividades (eustres), pero si se sobrepasa un determinado nivel óptimo, se convierte en negativo y se comienza a desarrollar la patología (distres).

    La Ansiedad, por el contrario, es una emoción exclusivamente negativa, de tal manera que sus efectos son siempre indeseados y se producen desde el primer momento en que aparece ansiedad.

    FASES

    Existen al menos dos tipos de fuentes externas inductoras de estrés:

    1 Estrés ambiental

    Variables ambientales físicas cuya disposición e intensidad (sobrecarga) hace que sean percibidas como aversivas para la persona: el calor, el ruido, la contaminación, la falta de espacio, el exceso de fuentes de estimulación, la iluminación, las vibraciones, la toxicidad, la higiene, etc. La mayoría de los estresores ambientales tienden a ser menores pero crónicos.

    2 Estrés psicosocial

    El principal generador de estrés en el ser humano, especialmente en las sociedades occidentales. Son demandas inusuales o excesivas que amenazan el bienestar o la integridad de la persona. En el intento de dominar la situación se corre el peligro de que los recursos de afrontamiento se vean superados, llevando a una perturbación en el funcionamiento, dolor, enfermedad o incluso, muerte.

    En la reacción al estrés están implicados los siguientes componentes:

    • Fisiológicos
    • Cognitivos
    • Afectivo-emocionales
    • Comportamentales
    • Socio-culturales

    RESPUESTA ANTE EL ESTRÉS

    En nuestra respuesta al estrés, el elemento clave que suele faltarnos en nuestro día a día es la recuperación, en la que compensemos o recuperemos el equilibrio ante el desgaste. Un atasco de tráfico puede ir seguido de una acumulación de tareas imprevistas en el trabajo y de una discusión con el compañero, para salir corriendo a recoger a los niños del colegio, problemas de pareja, económicos, problemas para dormir, etc. Este tipo de estresores cotidianos pueden encadenarse cada día haciendo que la respuesta al estrés esté "encendida" de forma continua y nos vaya desgastando tanto física como psicológicamente de forma prolongada hasta generar un trastorno psicológico y probablemente enfermedades psicosomáticas.

    CONSECUENCIAS

    Existen numerosas consecuencias negativas que el estrés provoca sobre la salud.

    1 Físicas | Psicofisiológicas

    Manifestaciones generales:

    • Cansancio.
    • Pérdida de apetito.
    • Malestar general.
    • Aumento de la ingesta de alimentos calóricos.

    Problemas osteomusculares:

    • Dolores de espalda.
    • Dolores cervicales.
    • Contracturas musculares.
    • Lumbalgias.
    • Cefaleas tensionales.
    Alteraciones inmunológicas:
    • Inmnosupresión.
    • Problemas dermatológicos: prurito, eccemas, acné, psoriasis, rosácea, herpes simple, alopecia areata, dermatitis atópica, lupus eritematoso sistémico.
    • Aumento de las infecciones víricas.
    • Alergias.

    Problemas sexuales:

    • Disminución del deseo sexual.
    • Trastorno eréctil.
    • Trastorno orgásmico.
    • Eyaculación prematura.
    • Trastorno de dolor genito-pélvico/penetración.

    Problemas cardiovasculares:

    • Taquicardia.
    • Dolor precordial.
    • Hipertensión esencial.
    • Arritmias cardiacas episódicas.
    • Cefaleas migrañosas.
    • Enfermedad coronaria como infarto de miocardio.
    • Vasoconstricción de arterias cerebrales.
    Alteraciones del sistema nervioso:
    • Jaquecas.
    • Trastornos del sueño con predominio del sueño ligero e insomnio.
    • Sensación de vértigo con inestabilidad locomotriz y sensación de vacío.
    • Alteraciones de la memoria.
    • Dificultades de procesamiento de la información.

    Problemas respiratorios:

    • Catarros frecuentes.
    • Síndrome de hiperventilación.
    • Respiración superficial y/o dificultad para respirar.
    • Crisis asmáticas.
    • Alergias.

    Problemas digestivos/gastrointestinales:

    • Secreción ácida aumentada.
    • Naúseas.
    • Diarrea.
    • Gastritis.
    • Dispepsia funcional.
    • Úlcera péptica.
    • Síndrome de colon irritable.
    • Colitis ulcerosa.
    Alteraciones hormonales del eje endocrino y neuroendocrino:
    • Reducción de los niveles de estrógenos y testosterona.
    • Trastornos menstruales y Amenorrea.
    • Hipotiroidismo.
    • Hipertiroidismo.
    • Síndrome de Cushing.
    • Incremento del colesterol y liberación de ácidos grasos en la sangre.
    • Aumento de los niveles de corticoides.
    • Incremento de glucosa en sangre.

    2 Cognitivas y Emocionales

    > Agotamiento

    > Sentimiento de vacío y fracaso

    > Tristeza con tendencia a la depresión

    > Baja tolerancia a la frustración

    > Indefensión ante el problema

    > Nerviosismo

    > Inquietud

    > Dificultad de concentración, olvidos frecuentes.

    > Disminución de la capacidad de atención y memoria.

    > Escasa o nula realización personal

    > Baja autoestima

    > Despersonalización

    > Hiperactivación constante

    > Bloqueo mental

    > Sensación de confusión

    > Habla rápida

    3 Alteraciones del comportamiento

    > Disminución del rendimiento

    > Disminución de las decisiones efectivas

    > Aumento de accidentes laborales

    > Aumento de absentismo laboral

    > Abuso de sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, estimulantes, etc.)

    > Irritabilidad

    4 Alteraciones Familiares y Sociales

    > Disminución en la comunicación y la expresión emocional

    > Disminución del tiempo empleado en tareas domésticas y en la educación de los hijos/as

    > Aumento de conflictos en la pareja y/o con amistades

    > Disminución del tiempo de calidad con la pareja

    > Reducción significativa de actividades de ocio y tiempo libre

    > Disminución de tiempo en familia

    TRATAMIENTO

    Las diferentes técnicas para prevenir el estrés nos van a dotar de una serie de habilidades que nos harán superar con éxito dichas situaciones, o en su defecto saber qué paso debemos seguir para evitar anclarnos en una situación estresante con todas las consecuencias que hemos visto anteriormente.

    En función del problema y la sintomatología de estrés que presente, los tratamientos variarán su protocolo para adaptarse al curso y características de la patología en particular.

    Teniendo en cuenta lo anterior, en términos generales estarían indicados como tratamientos más sólidos y fuertemente recomendados:

    • Los tratamientos a nivel individual con terapia cognitiva-conductual, la terapia de procesamiento cognitivo y la terapia cognitiva.
    • En algunos casos, y en función de la intensidad de la sintomatología y el grado de interferencia con las actividades rutinarias, se recomiendan los tratamientos psicofarmacológicos como complementarios a la terapia psicológica de orientación cognitiva-conductual.
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