TRASTORNO DE HIPERSOMNIA

La importancia de dormir bien.

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    Se caracteriza por somnolencia diurna excesiva, que puede definirse como la sensación subjetiva de sueño a una hora o en una situación inapropiada. Ocurre a diario y durante al menos tres meses. La hipersomnia interfiere significativamente en la vida de la persona, de manera que la resulta sumamente difícil mantener el nivel de alerta suficiente como para desarrollar sus actividades diarias.

    Las personas con hipersomnia, a pesar de haber dormido durante un periodo continuado de al menos siete horas, presentan periodos repetidos de sueño durante el mismo día con excesiva cantidad de sueño y grandes dificultades tanto para despertarse como para mantenerse totalmente despiertos tras un despertar brusco. Los episodios de sueño involuntario suceden típicamente en situaciones de baja estimulación y actividad. En los casos más graves ocurren en situaciones que requieren gran atención como el trabajo, reuniones o conduciendo. Para estas personas los periodos de sueño no son reparadores.

    La hipersomnia se caracteriza principalmente, además de por los episodios involuntarios de sueño,  por los estados recurrentes de inercia del sueño, llamada también «borrachera de sueño»:

    La inercia del sueño es el periodo de tiempo, tras el despertar de un estado de sueño habitual o de una siesta durante el día, en el que se manifiesta  un estado fisiológico con reducido estado de alerta, una disminución de la capacidad cognitiva y una alteración del rendimiento, que a veces está acompañado por somnolencia, confusión o desorientación. De forma habitual tiene una duración entre veinte y sesenta minutos, pero puede extenderse hasta tres horas.

    El trastorno de hipersomnia sin tratamiento adecuado evoluciona progresivamente aumentando la gravedad de los síntomas.

    Suele estar asociado con trastornos depresivos debido a las alteraciones tan importantes que provoca en las actividades cotidianas, así como en las relaciones interpersonales y la calidad de vida.

    Este trastorno no se diagnostica si es atribuible a los efectos fisiológicos de una sustancia o un medicamento.

    SINTOMAS

    1/ Síntomas Cognitivos

    • Disminución generalizada del nivel de alerta
    • Confusión
    • Déficits de memoria
    • Desorientación temporo-espacial

    2/ Síntomas Fisiológicos

    • Ataxia: disminución de la coordinación de movimientos, dificultad para mantener el equilibrio de la postura corporal y dificultad para realizar movimientos precisos.
    • Sensación de mareo
    • Disminución de las habilidades motoras

    3/ Síntomas Emocionales

    • Estado anímico asociado a la confusión tras el despertar
    • Frustración
    • Irritabilidad
    • Sintomatología depresiva

    4/ Síntomas Conductuales

    • Siestas diurnas largas e involuntarias durante el día
    • Dificultad para despertar por la mañana
    • Sueño no reparador
    • Comportamiento y rutinas automáticas cotidianas de baja complejidad
    • Apariencia de estar dormido
    • Comportamiento inapropiado

    CAUSAS MÁS FRECUENTES

    • Sueño insuficiente
    • Sueño fragmentado
    • Origen genético familiar con herencia autosómica dominante
    • Traumatismo craneal (con inicio de la hipersomnia entre los 16-18 meses posteriores al trauma)
    • Infecciones virales
    • Trastornos neurodegenerativos
    • Alteraciones hormonales
    • Obesidad
    • Síndrome de Apnea-Hipoapnea Obstructiva del Sueño (SAHOS)
    • Enfermedades neuromusculares: esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, miastenia, atrofia muscular, etc.
    • Encefalopatías metabólicas: por sepsis, hepática, pancreática, hipertiroidea, hipotiroidea, etc.

    SÍNDROME DE KLEINE-LEVINE (SKL):

    El síndrome de Kleine-Levine, o síndrome de la bella durmiente, es una enfermedad neurológica de etiología desconocida y poco frecuente, que se presenta en la segunda década de la vida y está caracterizado por episodios recurrentes de hipersomnia de al menos 18 horas diarias, sobrealimentación compulsiva (hiperfagia) y conducta sexual desinhibida (hipersexualidad).

    Se acompaña también de rasgos de personalidad alterados, comportamientos obsesivos, negligencia en la higiene personal, desorientación, deterioro de las capacidades mentales y trastornos emocionales como labilidad y desrealización.

    El trastorno es episódico, por lo que la persona alterna entre periodos en los que se manifiestan los síntomas y periodos normales sin ellos. Los episodios varían su duración y pueden durar días, semanas o incluso meses. Después de las crisis el comportamiento y las capacidades mentales vuelven a la normalidad, aunque a veces existe amnesia tras el periodo de síntomas y no se recuerda el periodo de tiempo enfermo. Se pueden presentar largos periodos de semanas, meses e incluso años completamente libres de cualquier síntoma.

    Aún no se conocen tratamientos eficaces ni hallazgos científicos definitivos sobre su causa. Suele evolucionar positivamente con los años hasta desaparecer espontáneamente.

    Quienes padecen este síndrome presentan normalidad en los estudios cerebrales fuera de los episodios, y rangos dentro de la normalidad en pruebas hormonales y análisis de sangre. Debido a que actualmente no existe una forma de diagnóstico definitivo el tratamiento es sintomático, aplicando fármacos estimulantes del Sistema Nervioso Central.

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