Trastorno de la personalidad esquizotípico

Introvertidos, incómodos con las relaciones sociales, desajustados emocionalmente, excéntricos y extravagantes.

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    Mala socialización, rarezas en el pensamiento y en el comportamiento, afectividad fría y apariencia extraña.

    Las personas con trastorno de la personalidad esquizotípico presentan mayor desorganización del pensamiento y el habla en comparación con el que ocurre en otros trastornos de la personalidad.

    Se cree que la etiología del trastorno esquizotípico de la personalidad es principalmente biológica ya que comparte muchas de las anomalías basadas en el cerebro características de la esquizofrenia. Es más común en parientes en primer grado de personas con esquizofrenia u otro trastorno psicótico.

    Estas personas se caracterizan por tener déficits sociales y una capacidad reducida para las relaciones interpersonales. Se suelen sentir incómodos al relacionarse con la gente. Ellos interactúan con las personas si deben hacerlo pero prefieren no hacerlo porque sienten que son diferentes y esto les hace ser desconfiados. Sin embargo, pueden decir que su falta de relaciones los hace infelices. Son muy ansiosos en situaciones sociales, especialmente las no familiares.

    Al mismo tiempo, se muestran excéntricas en su apariencia (por ejemplo, en la forma de vestir o en la higiene), llamando la atención por su aspecto externo, que suele ser desaliñado y extravagante, incluidos algunos de sus gestos. También su comportamiento resulta extraño o peculiar (por ejemplo, en la postura o en la mirada), con distorsiones cognitivas y perceptivas relativas a creencias extrañas (superstición, clarividencia, telepatía, etc.) o a inferencias arbitrarias, como ver mensajes ocultos u otorgar un significado especial a los sucesos comunes (ideas de referencia), lo que hace que sus puntos de vista parezcan estrambóticos.

    A veces, pueden aparecer síntomas cuasi-psicóticos, como pseudo-alucinaciones, ilusiones sensoriales, ideas sobrevaloradas, ideación paranoide leve o incluso episodios psicóticos transitorios. Esto hace que sean hospitalizados psiquiátricamente en algún momento de su biografía por presentar ideación paranoide y autorreferencial, estados distímicos de variado signo o episodios psicóticos breve.

    En las situaciones sociales se sienten marginados, les resulta difícil sentirse conectados con los otros y desconfían de las motivaciones de los demás, incluidos sus cónyuges, colegas y amigos. Su discurso puede ser vago, circunstancial, metafórico, recargado, pobre o estereotipado.

    Su lenguaje también es particular. Pueden ser excesivamente abstractos o concretos, o contener frases extrañas o utilizar frases o palabras de manera extraña.

    Las emociones mostradas son muy limitadas y frecuentemente están inhibidas, mostrándose fríos e impenetrables. Todo ello les hace aparecer alejados e indiferentes a las reacciones de los demás.

    Es común que presenten trastorno depresivo mayor y trastorno por abuso de sustancias.

    El trastorno esquizotípico de la personalidad ha de distinguirse de aquellos que presentan formas leves de trastorno autista y trastorno de Asperger. Estos últimos se distinguen por un deterioro más grave de la interacción social y por comportamientos e intereses esterotipados.

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