(Del Latín panicus, y éste del griego πανικός, de Παν, el dios Pan, a quien atribuían los ruidos que retumbaban en montes y valles). Aplícase al miedo grande o temor excesivo, sin causa justificada. || P. pánico; I. panic; F. panique; A. Panik. wilder Schrecken; It. pánico; R. паника.(S.A. de Promoción y Ediciones Club Internacional del Libro. Pánico. Nuevo Diccionario Enciclopédico Universal. (Vol. 32, p. 3938). Madrid.)
La ansiedad es una emoción negativa que puede dar lugar a los llamados Trastornos de Ansiedad tanto en adultos como en la infancia y adolescencia, y está implicada en la mayoría de problemas emocionales.
Uno de ellos es el ataque de pánico, también conocido como ataque de ansiedad o crisis de angustia. Un ataque de pánico es una llamada de auxilio de tu organismo diciéndote que pares, que lo estás agotando, que llevas acumulada demasiada ansiedad, demasiada tensión muscular, demasiadas preocupaciones sin resolver, demasiado miedo a lo impredecible, a lo que no puedes controlar. Es tu propio cerebro dándote a entender que está desbordado. Un ataque de ansiedad es un síntoma que te informa que existe un problema que llevas desarrollando varias semanas o quizás meses. Ese problema es el exceso de ansiedad cognitiva, fisiológica y/o comportamental.
Un ataque de pánico es repentino e inesperado, aparentemente sucede sin razón y en cualquier lugar o situación, y las sensaciones físicas que se experimentan asustan y poner en alerta a la persona, que focaliza la atención en ellas y las magnifica, y como consecuencia, aumenta su nivel de ansiedad y por tanto la percepción de estas sensaciones y el temor a lo que puede ocurrir, propiciando los pensamientos catastróficos. No hay que olvidar que es una experiencia muy angustiosa en la que se suele experimentar una sensación de pérdida de control, de no poder parar esta reacción, de no saber lo que nos ocurre, incluso pensar que «me estoy volviendo loca/o», «me voy a morir», «me va a dar un ataque al corazón», «me voy a desmayar», etc., mientras se hiperventila y se tiene la sensación de falta de aire, de taquicardia, la percepción de mareo, de temblor de piernas, de opresión en el pecho o dolor torácico, agotamiento repentino, dificultad para pensar o incluso llegar a perder la conciencia.
Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero era casi asfixiante, insoportable. Ahí en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo…
Mario Benedetti
Un ataque de ansiedad no es un trastorno mental, sino una reacción al estrés, de ansiedad, muy intensa y que suele tener como consecuencia el desarrollo de un trastorno de pánico. En el trastorno de pánico aparecen varios ataques de pánico, -al menos uno en el último mes-, y éstos tienen que estar alterando nuestra vida de forma importante. Por ejemplo, se suele empezar a evitar lugares o situaciones en las que ya se ha sufrido un ataque de pánico, o bien, se comienza a variar la rutina o las costumbres.
La solución en estos casos no son las benzodiacepinas, -España es el segundo país del mundo en el consumo de ansiolíticos-, ya que sólo reducen temporalmente los síntomas de ansiedad y pánico. Por ello, recomendamos la terapia psicológica cognitiva-conductual aplicada por un psicólogo general sanitario. Esta terapia ha demostrado científicamente ser el tratamiento de primera elección para los problemas de ansiedad y de estrés.